El mercado global de la telemedicina ya supera los US$ 224.000M

La pandemia de coronavirus generó la migración del sistema médico a lo digital, gracias a las tecnologías a distancia, nuevos canales de comunicación digital, desarrollos de inteligencia artificial, políticas públicas y la necesidad de ahorrar costos en los sistemas de salud.

La forma de acceder a la salud fue uno de los ámbitos que cambió radicalmente a partir del Covid-19, generando un crecimiento sin precedentes en el mercado global de la telemedicina, que ya supera los US$ 224.000M de ganancias.

Fernando Plazzotta, jefe de Informática para la Comunidad del Hospital Italiano de Buenos Aires, se refirió a cómo año a año (desde 2017 a la fecha) evolucionó la telemedicina.

«Llegó la pandemia y la telemedicina se vio potenciada. En marzo de 2020 se hicieron 25.000 consultas a distancia, y en mayo 125.000», reveló.

«En 2017 hacíamos 1.000 teleconsultas; en 2019, 4.000; pero en mayo de 2020 realizamos 4.000 por día. Este gran impulso requirió un gran desafío”, agregó Plazzotta, quien también es el coordinador del programa Telemedicina del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Pero ese incremento exponencial de las consultas remotas que vivió el centro de salud argentino no fue un caso aislado.

Plazzotta explicó que en su institución médica el programa de telemedicina comenzó con el planteamiento de una estrategia virtual que incluyó historia clínica electrónica y un portal de salud.

«Esa propuesta estaba basada como una gestión de la información. Queríamos mantener este marco de la información, entendiendo a la historia clínica como primer hito en 2010. Luego, permitimos que médicos y pacientes pudieran comunicarse a través de nuestra aplicación del portal con una mensajería instantánea, tratando de ganarle a WhatsApp y en 2017, largamos las teleconsultas y las incorporamos a la guardia», detalló.

 

La telemedicina en Chile y Colombia

“Es un proceso, no sólo de transformación digital, sino también de transformación cultural, en el que día a día se van produciendo cambios y es necesario ir adaptándose hasta alcanzar una nueva forma de comunicarnos con nuestros pacientes», señaló Carolina Jara, gerente comercial de la Clínica Alemana de Santiago, Chile.

«Aunque es fundamental que en este proceso el paciente se encuentre en el centro, la tecnología, los cambios organizacionales, los cambios culturales, y cómo aplicamos el dato en todo este proceso telemático digital es clave para el éxito. Sin lugar a duda es importante tener en cuenta que los cambios son permanentes y constantes y que requieren tiempo y mucha perseverancia», continuó.

Asimismo, Jara contó que su clínica había comenzado el proceso de transformación en 2018, cuando definieron que era una parte esencial de la estrategia de crecimiento y posicionamiento de su institución.

«Cuando aterrizó el Covid-19 nos enfrentamos a un evento inesperado que interrumpió la normalidad, incluso de la transformación que estábamos atravesando. Evolucionamos del modelo de salud de atención, a una clínica del futuro líquida, que vuela», puntualizó.

Por su parte, Gabriel Cendales, director ejecutivo del hospital colombiano FCI-LaCardio, dejó en claro que un servicio de salud «no es bueno ni malo solo por el hecho de ser digital».

«Aunque aún hay un largo camino por recorrer en la industria en materia de transformación digital, el Covid-19 la aceleró, porque antes de la pandemia en el sector había muchas dudas y discusiones acerca de la importancia sobre esa transformación», sentenció.

 

La tecnología al servicio de la medicina

David Batikoff, fundador de Vitaltec, empresa chilena que provee tecnologías para el sector de salud, sostuvo: «La telemedicina está impulsando un sistema más eficiente, donde cada médico tiene mayor alcance y las atenciones se concretan a un precio menor».

«Al mismo tiempo, se eliminan los límites geográficos, combatiendo así la inequidad en el acceso a la salud que afecta a las zonas remotas. Lo interesante es entender que estamos frente a la telemedicina 2.0, la cual incorpora innovación para potenciar la experiencia y hacerla lo más cercana a la realidad posible», añadió.

Vitaltec instauró en Chile un modelo denominado Contagiemos Salud Empresas, que utiliza una tecnología validada por la Administración de Medicamentos y Alimentos estadounidense o Food and Drug Administration (FDA) para llevar atención médica de calidad a los trabajadores sin que ellos deban interrumpir sus jornadas laborales, ni acudir a centros donde se exponen a mayores contagios, o simplemente postergar la necesidad con el riesgo de agravar cualquier cuadro.

Para eso la plataforma integral llamada Tyto Care se instala al interior de la compañía y, usando un aparato del tamaño de una pelota de tenis, conecta al trabajador con el médico para que este realice más de 15 tipos de exámenes a distancia, obtenga parámetros clínicos en línea y emita un diagnóstico certero y en tiempo real.

«Estamos motivados porque vemos que la telemedicina abre paso a empresas más sanas y sustentables. De acuerdo con el estudio «Workmonitor», que ahondó en las demandas laborales post Covid-19, para el 54% de los colaboradores una prioridad es la puesta en marcha de nuevas y mejores políticas de salud y hoy ya no hay excusas para no satisfacer ese requerimiento», comentó Batikoff.

 

Las experiencias en Chile y Colombia

Otro caso interesante es «Alemana Go»: una aplicación omnicanal desarrollada por la Clínica Alemana de Santiago de Chile, donde converge la experiencia digital del centro de salud.

Cuenta con varios productos, entre ellos, una plataforma de telemedicina donde se prestó servicios de rehabilitación y entrenamiento físico vía online.

«A la fecha esta plataforma tuvo más de 80.000 teleconsultas y representa entre un 4% y 7% del total. El 28% de los pacientes que nos consultan remotamente son de regiones. En referencia a la cantidad de consultas por mes, en junio de 2020 se dio el pico de atenciones y tuvo que ver con el aislamiento más estricto. Pero el número bajó cuando se tenía más posibilidades de salir y luego quedó ubicado en una meseta», indicó Carolina Jara.

Por su parte, Gabriel Cendales -según un estudio de Accenture- manifestó: «El 70% de los pacientes aplazaron o cancelaron sus tratamientos debido a la pandemia. Además, esta investigación reveló que 4 de cada 10 pacientes empezaron a usar nuevos dispositivos, aplicaciones y una cantidad de herramientas tecnológicas para mejorar sus condiciones y sus tratamientos médicos».

Pero el mejor hallazgo de esta investigación es que el 60% de los pacientes afirmaron que basados con su experiencia de uso con estas tecnologías querían seguir utilizándolas, incluso después de pasar la pandemia.

«Creo que nuestras cifras están relacionadas con esa proporción. Además, la experiencia que tuvimos es que un 30% de los pacientes hoy continúan utilizando este tipo de herramientas», agregó.

Entre los servicios más usados, Cendales resalta las videollamadas, los chats en línea y las aplicaciones.

«Cada uno tuvo un incremento importante y 9 de cada 10 pacientes sintieron que el cuidado que recibieron fue igual de bueno o incluso mejor que antes del COVID. Seguramente, tuvimos atención de los pacientes, más rápida y personalizada. Y fue más conveniente acceder a estos nuevos canales», opinó.

 

Un nuevo mercado

Esto se ve, justamente, reflejado en los resultados de un estudio reciente de la investigadora de mercado Global Market Inside, que arrojó que el mercado global de la telemedicina ya superó los US$ 224.000 millones.

De igual forma, Fortune Business Insights pronosticó que el tamaño de este mercado alcanzará un valor de US$ 396.760 millones con una tasa compuesta anual de 25,8% durante el período de pronóstico de 2021 a 2027.

Según el análisis, las variables que influyeron en este escenario son diferentes, pero destaca que los nuevos desarrollos de inteligencia artificial, las políticas públicas y una alta demanda por ahorrar costos en los sistemas de salud, son los principales impulsores.

Precisamente respecto a este último punto, el incremento en los costos que está viviendo el sector de salud y las nuevas tecnologías pueden jugar un rol fundamental para el impulso de la telemedicina.